Talált 1130 Eredmények: hombres

  • En cambio, Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Yefunné, sobrevivieron de entre los hombres que habían ido a explorar la tierra. (Números 14, 38)

  • Así os acordaréis de todos mis mandamientos y los cumpliréis, y seréis hombres consagrados a vuestro Dios. (Números 15, 40)

  • No nos has traído a ningún país que mana leche y miel, ni nos has dado una herencia de campos y vergeles. ¿Pretendes cegar los ojos de estos hombres? ¡No iremos!» (Números 16, 14)

  • Y habló a la comunidad diciendo: «Apartaos, por favor, de las tiendas de estos hombres malvados, y no toquéis nada de cuanto les pertenece, no sea que perezcáis por todos sus pecados.» (Números 16, 26)

  • si mueren estos hombres como muere cualquier mortal, alcanzados por la sentencia común a todo hombre, es que Yahveh no me ha enviado. (Números 16, 29)

  • Pero si Yahveh obra algo portentoso, si la tierra abre su boca y los traga con todo lo que les pertenece, y bajan vivos al seol, sabréis que esos hombres han rechazado a Yahveh. (Números 16, 30)

  • la tierra abrió su boca y se los tragó, con todas sus familias, así como a todos los hombres de Coré, con todos sus bienes. (Números 16, 32)

  • Brotó fuego de Yahveh, que devoró a los 250 hombres que habían ofrecido el incienso. (Números 16, 35)

  • porque esos incensarios de pecado están consagrados a precio de la vida de esos hombres. Haced con ellos láminas de metal, para cubrir el altar, pues fueron presentados a Yahveh y consagrados. Serán una señal para los israelitas.» (Números 17, 3)

  • Entró Yahveh donde Balaam y le dijo: «¿Qué hombres son ésos que están en tu casa?» (Números 22, 9)

  • Entró Dios donde Balaam por la noche y le dijo: «¿No han venido esos hombres a llamarte? Levántate y vete con ellos. Pero has de cumplir la palabra que yo te diga.» (Números 22, 20)

  • Respondió el Angel de Yahveh a Balaam: «Vete con esos hombres, pero no dirás nada más que lo que yo te diga.» Balaam marchó con los jefes de Balaq. (Números 22, 35)


“Como é belo esperar!” São Padre Pio de Pietrelcina