Talált 13 Eredmények: Ángulo

  • Joás, rey de Israel, hizo prisionero en Bet Semes a Amasías, rey de Judá; luego llegó a Jerusalén y abrió en sus murallas una brecha de doscientos metros, desde la puerta de Efraín hasta la puerta del ángulo; (II Reyes 14, 13)

  • Joás, rey de Israel, hizo prisionero en Bet Semes a Amasías, rey de Judá; luego llegó a Jerusalén y abrió en sus murallas una brecha de doscientos metros, desde la puerta de Efraín hasta la puerta del Ángulo; (II Crónicas 25, 23)

  • Construyó torres en Jerusalén, en la puerta del Ángulo, en la puerta del Valle y en la puerta de la Esquina, y las fortificó. (II Crónicas 26, 9)

  • después Ézer, hijo de Josué, jefe de Mispá, reparó otro tramo frente a la subida de la armería hasta el ángulo. (Nehemías 3, 19)

  • A continuación reparó otro tramo Baruc, hijo de Zabay, desde el ángulo hasta la puerta de la casa del sumo sacerdote Eliasib. (Nehemías 3, 20)

  • A continuación restauró otro trecho Binuy, hijo de Jenadad, desde la casa de Azarías hasta el ángulo. (Nehemías 3, 24)

  • Palal, hijo de Uzay, reparó el trecho enfrente del ángulo de la torre que sobresale del palacio real alto y da al patio de la cárcel; a continuación Pedayas, hijo de Parós. (Nehemías 3, 25)

  • A continuación Malaquías, del gremio de los orfebres, restauró hasta la casa de los sirvientes del templo y de los comerciantes, frente a la puerta de la Vigilancia y hasta la cámara alta del ángulo. (Nehemías 3, 31)

  • Y entre la cámara alta del ángulo y la puerta de las Ovejas trabajaron los orfebres y los comerciantes. (Nehemías 3, 32)

  • Vienen días -dice el Señor- en que será reedificada la ciudad del Señor desde la torre de Jananel hasta la puerta del Ángulo. (Jeremías 31, 38)

  • Y todo el valle de los cadáveres y de la ceniza, así como todos los campos a lo largo del torrente Cedrón, hasta el ángulo de la puerta de los Caballos por oriente, serán consagrados al Señor; no volverán a ser destruidos ni devastados jamás. (Jeremías 31, 40)

  • El fogón, de dos metros de altura, y de su ángulo emergían cuatro cuernos. (Ezequiel 43, 15)


O maldito “eu” o mantém apegado à Terra e o impede de voar para Jesus. São Padre Pio de Pietrelcina