Talált 11 Eredmények: Ageo

  • Los profetas Ageo y Zacarías, hijo de Idó, comenzaron a profetizar a los judíos residentes en Jerusalén y Judá en el nombre del Dios de Israel, y a su impulso (Esdras 5, 1)

  • Así los dirigentes judíos continuaron las obras con éxito, confortados por la palabra inspirada de los profetas Ageo y Zacarías, hijo de Idó. Y llevaron a feliz término la reconstrucción, en conformidad con el mandato del Dios de Israel y con la orden de Ciro, de Darío y de Artajerjes, reyes de Persia. (Esdras 6, 14)

  • El año segundo del rey Darío, en el mes sexto, el día primero del mes, fue dirigida esta palabra del Señor, por medio del profeta Ageo, a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, y a Josué, hijo de Yehosadac, sumo sacerdote, en estos términos: (Ageo 1, 1)

  • Y fue dirigida esta palabra del Señor por medio del profeta Ageo: (Ageo 1, 3)

  • Entonces Zorobabel, hijo de Sealtiel; Josué, hijo de Yehosadac, sumo sacerdote, y todo el resto del pueblo escucharon la voz del Señor, su Dios, y las palabras de Ageo, el profeta, según la misión que el Señor le había encomendado, y el pueblo se llenó de temor ante el Señor. (Ageo 1, 12)

  • Y Ageo, enviado del Señor, dirigió al pueblo este mensaje del Señor: "Yo estoy con vosotros, palabra del Señor". (Ageo 1, 13)

  • en el mes séptimo, el día veinticuatro del mes, llegó esta palabra del Señor por medio del profeta Ageo: (Ageo 2, 1)

  • El día veinticuatro del mes noveno, del año segundo de Darío, fue dirigida al profeta Ageo esta palabra del Señor: (Ageo 2, 10)

  • Ageo prosiguió: "Si uno, impuro por el contacto con un cadáver, toca cualquiera de estas cosas, ¿serían impuras?". Los sacerdotes respondieron: "Sí". (Ageo 2, 13)

  • Entonces Ageo dijo: "Esto le pasa a este pueblo, a esta nación delante de mí, palabra del Señor; esto le pasa a todo lo que hacen: todo lo que allí ofrecen es impuro. (Ageo 2, 14)

  • El mismo día veinticuatro fue dirigida a Ageo por segunda vez esta palabra del Señor: (Ageo 2, 20)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina