Talált 124 Eredmények: Decían

  • Ellos le respondieron: "¡Quítate de ahí!". Y se decían: "Éste vino aquí como emigrante, y quiere constituirse en juez; haremos contigo peor que con ellos". Le empujaron violentamente y trataron de romper la puerta. (Génesis 19, 9)

  • Y se decían unos a otros: "Verdaderamente estamos pagando lo que hicimos con nuestro hermano. Lleno de angustia nos pedía clemencia, y no le hicimos caso. Por eso nos ha venido esta desgracia". (Génesis 42, 21)

  • y dijo a sus hermanos: "Me han devuelto mi dinero: está aquí en mi saco". Con el corazón sobresaltado y temblando se decían unos a otros: "¿Qué es lo que Dios nos ha hecho?". (Génesis 42, 28)

  • Ellos, al ver que los llevaban a casa de José, se llenaron de miedo y se decían: "Nos han traído aquí por lo del dinero que nos fue devuelto en nuestros sacos. Nos han traído aquí con nuestros asnos para acusarnos, torturarnos y tomarnos como esclavos". (Génesis 43, 18)

  • Al ver los hermanos de José que su padre había muerto, se decían: "A lo mejor ahora José nos aborrece y se cobra todo el mal que le hicimos". (Génesis 50, 15)

  • Los inspectores israelitas, que habían sido puestos sobre ellos por los capataces del Faraón, fueron castigados; les decían: "¿Por qué ni ayer ni hoy habéis completado la tarea de ladrillos como antes?". (Exodo 5, 14)

  • Los egipcios instaban al pueblo a salir cuanto antes del país, porque decían: "Vamos a morir todos". (Exodo 12, 33)

  • Decían: "¿Es que el Señor ha hablado sólo con Moisés? ¿No ha hablado también con nosotros?". El Señor lo oyó. (Números 12, 2)

  • Pero los que habían subido con él decían: "No podemos subir contra ese pueblo, pues es más fuerte que nosotros". (Números 13, 31)

  • Unos a otros se decían: "¡Elijamos un jefe y volvámonos a Egipto!". (Números 14, 4)

  • Al oír sus gritos, todos los israelitas que se encontraban en los alrededores huyeron, pues decían: "No sea que la tierra nos trague también a nosotros". (Números 16, 34)

  • Aquel día dieron a Gedeón el nombre de Yerubaal, pues decían: "Que Baal se defienda de él, ya que le ha destruido su altar". (Jueces 6, 32)


“Sigamos o caminho que nos conduz a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina