Talált 332 Eredmények: Ejército

  • David reunió todo el ejército y partió para Rabá; la asaltó y la tomó. (II Samuel 12, 29)

  • Se llevó cautivos a sus habitantes y los puso a trabajar con sierras, picos y hachas y a hacer ladrillos. Lo mismo hizo con las ciudades de los amonitas. David y todo su ejército volvieron a Jerusalén. (II Samuel 12, 31)

  • Y tiraba piedras a David y a todos sus servidores, aunque todo el ejército y los valientes estaban a la derecha y a la izquierda del rey. (II Samuel 16, 6)

  • Absalón había puesto a la cabeza del ejército a Amasá, en lugar de Joab. Amasá era hijo de un hombre llamado Yitrá, el ismaelita, que se había unido a Aigaíl, hija de Jesé y hermana de Sarvia, la madre de Joab. (II Samuel 17, 25)

  • David pasó revista al ejército que le acompañaba, y puso al frente de ellos jefes de millar y de centena. (II Samuel 18, 1)

  • Dividió el ejército en tres cuerpos. Dio el mando de un tercio a Joab; de otro tercio, a Abisay, hijo de Sarvia, hermano de Joab, y de otro a Itay de Gat. Después dijo al ejército: "Yo iré también con vosotros a la guerra". (II Samuel 18, 2)

  • El ejército respondió: "No, tú no debes ir, porque si nosotros nos damos a la fuga, nadie se fijaría en nosotros; pero tú eres como diez mil hombres entre nosotros. Y es mejor que te quedes en la ciudad para venir a socorrernos". (II Samuel 18, 3)

  • El rey les dijo: "Haré lo que os parezca". El rey se puso en pie junto a la puerta, mientras salía el ejército por grupos de ciento y de mil. (II Samuel 18, 4)

  • El ejército salió al campo, al encuentro de Israel, y la batalla tuvo lugar en el monte de Efraín. (II Samuel 18, 6)

  • Entonces Joab mandó tocar la trompeta, y el ejército cesó de perseguir a Israel, porque Joab lo detuvo. (II Samuel 18, 16)

  • Y aquel día la victoria se cambió en luto para todo el ejército, porque aquel día el ejército supo que el rey estaba afligido por su hijo. (II Samuel 19, 3)

  • Entonces el rey se levantó y fue a sentarse a la puerta. Se informó a todo el ejército de que el rey estaba sentado a la puerta. Y todo el ejército se presentó ante el rey. Los de Israel habían huido cada uno a su tienda. (II Samuel 19, 9)


“Faltar com a caridade¨¦ como ferir a pupila dos olhos de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina