Talált 399 Eredmények: Gloria

  • Hermanos, os aseguro que todos los días estoy al borde de la muerte, y que vosotros sois mi gloria en Cristo Jesús, Señor nuestro. (I Corintios 15, 31)

  • Más aún; lo que bajo este aspecto fue glorioso en aquel ministerio ni siquiera merece tenerse en cuenta comparado con esta gloria soberana del evangelio. (II Corintios 3, 10)

  • Y todos nosotros, con la cara descubierta, reflejando como en un espejo la gloria del Señor, nos transformamos en su misma imagen, resultando siempre más gloriosos, bajo el influjo del Espíritu del Señor. (II Corintios 3, 18)

  • para los incrédulos, cuyas inteligencias cegó el dios de este siglo para que no brille el resplandor del evangelio de la gloria de Cristo, que es imagen de Dios. (II Corintios 4, 4)

  • Pues el mismo Dios, que dijo: Brille la luz de entre las tinieblas, iluminó nuestros corazones para que brille el conocimiento de la gloria de Dios, reflejada en el rostro de Cristo. (II Corintios 4, 6)

  • Porque todo es por vosotros, para que la gracia, cada vez más abundante, multiplique la acción de gracias para gloria de Dios. (II Corintios 4, 15)

  • Pues el peso momentáneo y ligero de nuestras penalidades produce, sobre toda medida, un peso eterno de gloria (II Corintios 4, 17)

  • en medio de gloria y de ignominia, de calumnia y buena fama; como impostores, aunque veraces; (II Corintios 6, 8)

  • además fue elegido por las iglesias como compañero de nuestro viaje para esta obra de caridad, a la que nos consagramos para gloria del Señor y en prueba de nuestra buena voluntad. (II Corintios 8, 19)

  • En cuanto a Tito, es compañero y colaborador mío entre vosotros; los otros hermanos son delegados de las iglesias y gloria de Cristo. (II Corintios 8, 23)

  • a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. (Gálatas 1, 5)

  • a fin de que nosotros, los que antes habíamos esperado en Cristo, seamos alabanza de su gloria; (Efesios 1, 12)


“É difícil tornar-se santo. Difícil, mas não impossível. A estrada da perfeição é longa, tão longa quanto a vida de cada um. O consolo é o repouso no decorrer do caminho. Mas, apenas restauradas as forças, é necessário levantar-se rapidamente e retomar a viagem!” São Padre Pio de Pietrelcina