Talált 14 Eredmények: Guardaréis

  • Dios dijo a Abrahán: "Guardaréis mi pacto tú y tu descendencia después de ti. (Génesis 17, 9)

  • Éste es el pacto que guardaréis entre yo y vosotros, y tu descendencia después de ti: Todos los varones serán circuncidados. (Génesis 17, 10)

  • Lo guardaréis hasta el día catorce de este mes; entonces todo Israel lo inmolará entre dos luces. (Exodo 12, 6)

  • Guardaréis, pues, la fiesta de los panes sin levadura, porque en ese día saqué vuestros ejércitos de Egipto. Guardaréis ese día de generación en generación como institución perpetua. (Exodo 12, 17)

  • "Di a los israelitas: Guardaréis mis sábados, porque eso es una señal establecida entre mí y vosotros por todas vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy el Señor, que os santifica. (Exodo 31, 13)

  • Guardaréis el sábado, porque es una cosa santa. Todo el que lo profane será castigado con la muerte, porque todo el que en él trabaje será extirpado de su pueblo. (Exodo 31, 14)

  • Guardaréis mis sábados y respetaréis mi santuario: yo, el Señor. (Levítico 19, 30)

  • Guardaréis mis sábados y veneraréis mi santuario: yo, el Señor. (Levítico 26, 2)

  • No añadiréis ni suprimiréis nada de las prescripciones que os doy, sino que guardaréis los mandamientos del Señor, vuestro Dios, tal como yo os los prescribo hoy. (Deuteronomio 4, 2)

  • guardaréis y pondréis en práctica todos los mandamientos y prescripciones que hoy os propongo. (Deuteronomio 11, 32)

  • Éstas son las leyes que guardaréis y pondréis por obra en la tierra que el Señor, el Dios de nuestros padres, os da en posesión todos los días que viváis en ella. (Deuteronomio 12, 1)

  • Seguiréis al Señor y le respetaréis, guardaréis sus mandamientos y obedeceréis su voz, le serviréis y viviréis unidos a él. (Deuteronomio 13, 5)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina