Talált 29 Eredmények: Huérfano

  • No maltratarás a la viuda ni al huérfano. (Exodo 22, 21)

  • Hace justicia al huérfano y a la viuda, ama al emigrante suministrándole pan y vestido. (Deuteronomio 10, 18)

  • Allí vendrá el levita, que no tiene parte ni herencia como tú; el inmigrante, el huérfano y la viuda de tu ciudad, y comerán hasta saciarse. Así el Señor, tu Dios, te bendecirá en todas tus empresas. (Deuteronomio 14, 29)

  • En presencia del Señor, tu Dios, en el lugar elegido por él para hacer habitar su nombre, allí te regocijarás tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, el levita, el extranjero, el huérfano y la viuda que viven en tu ciudad. (Deuteronomio 16, 11)

  • Te regocijarás en tu fiesta tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, el levita y el extranjero, el huérfano y la viuda que viven en tus ciudades. (Deuteronomio 16, 14)

  • No violes el derecho del emigrante, ni el del huérfano, ni tomes en prenda los vestidos de la viuda. (Deuteronomio 24, 17)

  • Cuando hagas la recolección en tu campo, si olvidas en él una gavilla, no vuelvas a buscarla. Déjala para el emigrante, el huérfano y la viuda, para que el Señor, tu Dios, te bendiga en todas tus empresas. (Deuteronomio 24, 19)

  • Cuando sacudas tus olivos, no vuelvas al rebusco de aceitunas; déjalas para el emigrante, el huérfano o la viuda. (Deuteronomio 24, 20)

  • Cuando vendimies tu viña, no vuelvas a la rebusca; déjalo para el emigrante, el huérfano y la viuda. (Deuteronomio 24, 21)

  • El año tercero, el año del diezmo, cuando hayas terminado de separar la décima parte de todos tus frutos y se los hayas dado al levita, al emigrante, a la viuda, al huérfano, para que puedan comer en tus ciudades todo lo que quieran, (Deuteronomio 26, 12)

  • entonces ante el Señor, tu Dios, dirás: He apartado de mi casa lo consagrado y se lo he dado al levita, al emigrante, al huérfano, a la viuda, en plena conformidad con lo que tú me has mandado, sin traspasar ni olvidar tus mandatos. (Deuteronomio 26, 13)

  • ¡Maldito el que viole el derecho del emigrante, del huérfano y la viuda! Y todo el pueblo responderá: ¡Amén! (Deuteronomio 27, 19)


“O Anjo de Deus não nos abandona jamais.” São Padre Pio de Pietrelcina