Talált 181 Eredmények: Montaña

  • Como la primera vez, el Señor escribió sobre las tablas los diez mandamientos que él os había dictado sobre la montaña en medio del fuego, el día de la asamblea, y me las dio. (Deuteronomio 10, 4)

  • Yo estuve en la montaña, como la primera vez, cuarenta días y cuarenta noches. El Señor me escuchó todavía esta vez y renunció a vuestra destrucción. (Deuteronomio 10, 10)

  • Una vez que subas a la montaña, morirás e irás a reunirte con tus padres, como Aarón, tu hermano, murió en Hor de la Montaña y fue a reunirse con los suyos. (Deuteronomio 32, 50)

  • Dijo: "El Señor vino del Sinaí, salió para ellos de Seír, resplandeció desde la montaña de Farán, salió para ellos de los campos de Cades, rayos de luz salían de su diestra. (Deuteronomio 33, 2)

  • Invitarán a los pueblos a subir a la montaña para ofrecer sacrificios legítimos; gozarán de la riqueza de los mares y de los tesoros escondidos en las playas. (Deuteronomio 33, 19)

  • Y les dijo: "Id hacia la montaña, para que no os encuentren los que os persiguen; estad escondidos allí durante tres días, hasta que ellos regresen, y luego seguid vuestro camino". (Josué 2, 16)

  • Ellos se fueron, llegaron a la montaña y estuvieron allí tres días, hasta que volvieron sus perseguidores, que los estuvieron buscando por todas partes y no los encontraron. (Josué 2, 22)

  • Entonces los dos espías bajaron de la montaña, atravesaron el río, se presentaron a Josué, hijo de Nun, y le contaron lo que les había sucedido. (Josué 2, 23)

  • Cuando se enteraron de estas cosas los reyes de Cisjordania, de la montaña, de la Sefela y de toda la costa del mar Mediterráneo hasta el Líbano: hititas, amorreos, cananeos, fereceos, heveos y jebuseos, (Josué 9, 1)

  • Las gentes de Gabaón enviaron a decir a Josué al campamento de Guilgal: "No niegues tu ayuda a tus siervos. Ven rápidamente a salvarnos y defendernos, porque se han coligado contra nosotros todos los reyes amorreos que habitan la montaña". (Josué 10, 6)

  • Josué conquistó toda la tierra: la montaña, el Negueb, la tierra baja y las pendientes con todos sus reyes, sin dejar ni un superviviente. Entregó al exterminio a todo ser viviente, como había mandado el Señor, Dios de Israel. (Josué 10, 40)

  • a los reyes de la montaña, al norte, y de la llanura al sur de Genesaret, de la tierra baja y de las alturas de Dor, al occidente; (Josué 11, 2)


“Que Jesus reine sempre soberano no seu coração e o faça cada vez mais digno de seus divinos dons.” São Padre Pio de Pietrelcina