Talált 289 Eredmények: Mundo

  • que convertía en un desierto el mundo, que destruía las ciudades y no dejaba a sus cautivos salir de la prisión? (Isaías 14, 17)

  • ¡Preparad la matanza de los hijos por la malicia de sus padres; no se levanten más a conquistar la tierra y llenar de ruinas la faz del mundo! (Isaías 14, 21)

  • Sucederá que, al cabo de setenta años, el Señor visitará a Tiro. Ella volverá a cobrar su salario de prostituta, y se prostituirá a todos los reinos del mundo que hay sobre la superficie de la tierra. (Isaías 23, 17)

  • Mi alma te ansía por la noche, y mi espíritu, en mi interior, te espera a la mañana; pues cuando tus juicios se ejecutan en la tierra, aprenden justicia los habitantes del mundo. (Isaías 26, 9)

  • Habíamos concebido, en dolores estábamos; mas sólo viento hemos dado a luz. No hemos traído la salvación al país, ni le han nacido habitantes al mundo. (Isaías 26, 18)

  • Cada luna nueva y cada sábado vendrá todo el mundo a prosternarse ante mí -dice el Señor-. (Isaías 66, 23)

  • Y al salir verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí. Su gusano no morirá ni se extinguirá su fuego y serán un horror para todo el mundo. (Isaías 66, 24)

  • Él ha hecho la tierra con su poder, ha asentado al mundo con su sabiduría y con su inteligencia ha desplegado los cielos. (Jeremías 51, 15)

  • No creían los reyes de la tierra, todos los habitantes del mundo, que el opresor y el enemigo atravesaría las puertas de Jerusalén. (Lamentaciones 4, 12)

  • Cuando naciste, el día que viniste al mundo, no te fue cortado el cordón, no fuiste lavada con agua pura para limpiarte; no te hicieron las fricciones de sal, ni fuiste envuelta en pañales. (Ezequiel 16, 4)

  • Y todo el mundo sabrá que yo, el Señor, he sacado mi espada de la vaina, ¡no será envainada! (Ezequiel 21, 10)

  • Los caldeos respondieron al rey: "No hay hombre en el mundo que pueda adivinar lo que quiere el rey. Asimismo, jamás hubo rey, gobernador o jefe que preguntase una cosa semejante a algún mago, adivino o astrólogo. (Daniel 2, 10)


“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina