Talált 48 Eredmények: Muros

  • si observa cavidades verdosas o rojizas hundidas en los muros, (Levítico 14, 37)

  • si el rey monta en cólera y te dice: ¿Por qué os habéis acercado tanto a la ciudad para atacarla? ¿No sabíais que tiran desde lo alto de los muros? (II Samuel 11, 20)

  • ¿Quién mató a Abimélec, hijo de Yerubaal? ¿No fue una mujer, que tiró sobre él desde lo alto de los muros una rueda de molino, y murió en Tebes? ¿Por qué os habéis acercado tanto a las murallas?, tú le dirás: También murió tu siervo Urías, el hitita". (II Samuel 11, 21)

  • El mensajero partió, se presentó a David y le comunicó todo lo que Joab le había ordenado. Entonces David montó en cólera contra Joab y dijo al mensajero: "¿Por qué os habéis acercado tanto a la ciudad para atacarla? ¿No sabíais que tiran desde lo alto de los muros? ¿Quién mató a Abimélec, hijo de Yerubaal? ¿No fue una mujer que tiró sobre él desde lo alto de los muros una rueda de molino y murió en Tebes? ¿Por qué os habéis acercado tanto a las murallas?". (II Samuel 11, 22)

  • pero los arqueros tiraron sobre tus siervos desde lo alto de los muros y murieron muchos siervos del rey, y tu siervo Urías, el hitita, murió también". (II Samuel 11, 24)

  • La planta baja tenía dos metros y medio de ancha; el piso del medio, tres, y el tercero, tres y medio; había dispuesto en el muro exterior del templo, todo en derredor, una entalladura, para no tener que empotrar en los muros del edificio. (I Reyes 6, 6)

  • Y todos los muros del templo, en derredor, los hizo esculpir con bajorrelieves de querubines, palmas y flores, por dentro y por fuera. (I Reyes 6, 29)

  • Entonces se practicó una brecha en la ciudad, y todos los hombres de armas huyeron de noche por la puerta entre los dos muros que daban al jardín real, mientras los caldeos rodeaban la ciudad, y escaparon hacia la Arabá. (II Reyes 25, 4)

  • Restauró Bejorón de Arriba y de Abajo, ciudades fuertes, dotadas de muros, puertas y barras; (II Crónicas 8, 5)

  • que reine la paz dentro de tus muros y la tranquilidad en tus palacios". (Salmos 122, 7)

  • El resto de la historia de Juan, sus batallas, las gestas llevadas a cabo, los muros que construyó y otras empresas suyas, (I Macabeos 16, 23)

  • Todos a una bendijeron a Dios misericordioso; y de tal forma cobraron ánimo y valor, que se sentían capaces de acometer no sólo a hombres, sino a fieras y aun a penetrar los muros de hierro. (II Macabeos 11, 9)


“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina