Talált 675 Eredmények: Ojos

  • Jacob continuó: "No, por favor, si he hallado gracia a tus ojos, acepta de mi mano ese regalo, porque me he presentado a ti como uno se presenta ante Dios y tú me has recibido bien. (Génesis 33, 10)

  • Esaú dijo: "Por lo menos voy a dejar contigo algunos de mis hombres". Jacob respondió: "¿Y para qué? ¡Basta que yo haya hallado gracia a los ojos de mi señor!". (Génesis 33, 15)

  • Siquén dijo al padre de Dina y a sus hermanos: "Halle yo gracia a vuestros ojos y os daré lo que me pidáis. (Génesis 34, 11)

  • Y se pusieron a comer. Alzando los ojos, divisaron una caravana de ismaelitas que venían de Galaad. Sus camellos iban cargados de aromas, bálsamo y mirra, que llevaban a Egipto. (Génesis 37, 25)

  • José halló gracia a sus ojos, y así fue incorporado al servicio de su dueño, quien le hizo mayordomo de su casa, confiándole todo cuanto tenía. (Génesis 39, 4)

  • La mujer de su dueño puso sus ojos en él y le dijo: "Acuéstate conmigo". (Génesis 39, 7)

  • Pero el Señor estaba con José e hizo que hallara favor y gracia a los ojos del jefe de la prisión. (Génesis 39, 21)

  • José alzó los ojos y vio a Benjamín, su hermano materno, y preguntó: "¿Es éste vuestro hermano menor, del que me hablasteis?". Y a él le dijo: "Dios te guarde, hijo mío". (Génesis 43, 29)

  • Vosotros y mi hermano Benjamín veis con vuestros propios ojos que es mi boca la que os habla. (Génesis 45, 12)

  • Bajaré contigo a Egipto y te haré subir de allí. José te cerrará los ojos". (Génesis 46, 4)

  • En Egipto y Canaán se acabó el dinero. Todos los egipcios se llegaron a José diciéndole: "Danos pan; ¿es que vamos a morir ante tus ojos porque no tenemos ya dinero?". (Génesis 47, 15)

  • ¿Por qué habremos de perecer ante tus ojos nosotros y nuestras tierras? Cómpranos a nosotros y a nuestras tierras a cambio de pan. Seremos esclavos del Faraón nosotros y nuestras tierras, pero danos simiente para que podamos vivir y no muramos y para que nuestras tierras no queden desoladas". (Génesis 47, 19)


“Nas tentações, combata com coragem! Nas quedas, humilhe-se mas não desanime!” São Padre Pio de Pietrelcina