Talált 22 Eredmények: Prisión

  • Pero el Señor estaba con José e hizo que hallara favor y gracia a los ojos del jefe de la prisión. (Génesis 39, 21)

  • El jefe de la prisión no se preocupaba de lo que había encomendado a José, porque el Señor estaba con él, y todo lo que emprendía le salía bien. (Génesis 39, 23)

  • les preguntó a los dos oficiales del Faraón, que estaban con él en prisión en la casa de su señor: "¿Por qué tenéis hoy esa cara tan triste?". (Génesis 40, 7)

  • El año treinta y siete de la cautividad de Jeconías, rey de Judá, el duodécimo mes, el día veintisiete del mes, Evil Merodac, rey de Babilonia, el año de su ascensión, indultó a Jeconías, rey de Judá, y lo sacó de la prisión. (II Reyes 25, 27)

  • Creía que con la prisión de éste daba un grave golpe a los demás. (II Macabeos 14, 40)

  • El muchacho puede salir de la prisión para subir al trono, aun cuando en su reino haya nacido pobre. (Eclesiastés 4, 14)

  • que convertía en un desierto el mundo, que destruía las ciudades y no dejaba a sus cautivos salir de la prisión? (Isaías 14, 17)

  • Y serán reunidos, encarcelados en un calabozo, recluidos en prisión, y al cabo de muchos días castigados. (Isaías 24, 22)

  • El Señor te ha constituido sacerdote en lugar de Yehoyadá, para que ejerzas la inspección en el templo del Señor sobre todo aquel que se las dé de profeta y le metas en el cepo y en prisión. (Jeremías 29, 26)

  • En efecto, conforme a la palabra del Señor, Janamel, mi primo, vino a verme, al patio de la prisión, y me dijo: "Compra el campo que tengo en Anatot, en la tierra de Benjamín, porque tú tienes el derecho de propiedad y el de rescate para adquirirlo". Comprendí que era una orden del Señor, (Jeremías 32, 8)

  • y entregué el acta de compra a Baruc, hijo de Nerías, hijo de Majsías, en presencia de mi primo Janamel, de los testigos que habían firmado el acta de compra y en presencia de todos los judíos que se encontraban en el patio de la prisión. (Jeremías 32, 12)

  • Entonces responderán también ellos diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento o emigrante o enfermo o en prisión y no te asistimos? (Mateo 25, 44)


“Pense em Jesus flagelado por amor a você, e ofereça com generosidade um sacrifício a Ele”. São Padre Pio de Pietrelcina