Talált 15 Eredmények: Sometido

  • Toda la comunidad israelita se reunió en Silo y establecieron allí la tienda de la reunión. El país les estaba sometido. (Josué 18, 1)

  • el rey David consagró al Señor, junto con la plata y el oro que ya había consagrado, procedentes de las naciones que él había sometido: (II Samuel 8, 11)

  • Y el Señor estuvo con él, de modo que en todas sus empresas tuvo éxito; se rebeló contra el rey de Asiria y dejó de estarle sometido. (II Reyes 18, 7)

  • En su tiempo, Nabucodonosor, rey de Babilonia, lo atacó, y Joaquín le estuvo sometido durante tres años; pero luego se rebeló contra él. (II Reyes 24, 1)

  • Han matado a todos nuestros hermanos que vivían en Tob, han sometido a esclavitud a sus mujeres y a sus hijos y se han llevado sus bienes: han muerto allí unos mil hombres". (I Macabeos 5, 13)

  • Le contaron sus guerras, las hazañas realizadas en las Galias, cómo se habían apoderado de ellas y las habían sometido a tributo; (I Macabeos 8, 2)

  • y cómo habían sometido a aquel país con prudencia y perseverancia, a pesar de ser un país lejano; cómo habían derrotado a los reyes que los habían atacado desde los confines de la tierra, infligiéndoles fuerte derrota, y cómo los demás les pagaban un tributo anual. (I Macabeos 8, 4)

  • Habían vencido y sometido a Filipo y a Perseo, reyes de Macedonia, y a cuantos les habían hecho frente. (I Macabeos 8, 5)

  • Entonces, cuando el Señor te conceda respiro de tus padecimientos, de tus inquietudes y de la dura esclavitud a la que estabas sometido, (Isaías 14, 3)

  • Cada cual debía dejar libre a sus esclavos y esclavas hebreos, con el fin de no tener sometido a esclavitud a ningún judío, hermano suyo. (Jeremías 34, 9)

  • Pero Pablo ha apelado y quiere ser sometido al juicio de Augusto. He ordenado que lo custodien hasta que lo remita al César". (Hechos 25, 21)

  • Ahora estoy sometido a juicio por la esperanza de la promesa hecha por Dios a nuestros padres, (Hechos 26, 6)


“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina