Talált 239 Eredmények: aguas

  • el Señor va a hacer subir contra ellos las aguas del río caudalosas y torrenciales: el rey de Asiria con todo su poder. Por todos sus cauces se saldrá, se desbordará por todas sus riberas, (Isaías 8, 7)

  • No harán ya mal, ni causarán más daño en todo mi monte santo, porque el país estará lleno del conocimiento del Señor, como las aguas llenan el mar. (Isaías 11, 9)

  • Las aguas de Nimrín son yermo desolado: se ha secado la hierba, se ha marchitado el verde, ya no hay verdor. (Isaías 15, 6)

  • Porque están llenas de sangre las aguas de Dimón, y aún más añadiré a Dimón: un león sobre los escapados de Moab y sobre los que queden en el país. (Isaías 15, 9)

  • ¡Ah, el rumor de inmensos pueblos!: rumor como el bramido de la mar; rugido de naciones, como el rugido de aguas impetuosas. (Isaías 17, 12)

  • la que manda por el mar mensajeros en canoas de juncos sobre las aguas! Marchad, mensajeros veloces, hacia la gente espigada y bronceada; al pueblo temido desde siempre, gente robusta, dominante, tierra surcada de ríos. (Isaías 18, 2)

  • Se evaporarán las aguas del mar; el río quedará seco, sin agua; (Isaías 19, 5)

  • Las brechas de la ciudad de David visteis que eran numerosas, y recogisteis las aguas de la piscina inferior. (Isaías 22, 9)

  • En el centro hicisteis una presa entre los dos muros para las aguas de la alberca antigua. Pero no volvíais los ojos al autor de todo esto, ni veíais a aquel que desde antiguo lo formó. (Isaías 22, 11)

  • de aguas enormes. El grano del Nilo, la cosecha del río eran su riqueza, la del emporio de los pueblos. (Isaías 23, 3)

  • Pondré el derecho por regla y la justicia por nivel. El granizo arrasará el refugio de la mentira, y las aguas arrollarán vuestro cobijo. (Isaías 28, 17)

  • Felices vosotros, que entonces sembraréis junto a todas las aguas, dejando suelto al buey y al asno. (Isaías 32, 20)


Como distinguir uma tentação de um pecado e como estar certo de que não se pecou? – perguntou um penitente. Padre Pio sorriu e respondeu: “Como se distingue um burro de um homem? O burro tem de ser conduzido; o homem conduz a si mesmo!” São Padre Pio de Pietrelcina