Talált 122 Eredmények: fiesta

  • Estableció, además, una fiesta en el mes octavo, el día quince del mes, a semejanza de la que se celebraba en Judá, y él mismo subió al altar que había levantado en Betel, para ofrecer sacrificios a los becerros que había fabricado, y también en Betel nombró a los sacerdotes de las colinas que había edificado. (I Reyes 12, 32)

  • El día quince del octavo mes, el mes que él, a capricho suyo, había elegido, subió al altar que había levantado en Betel. Instituyó una fiesta para los israelitas y subió al altar a quemar incienso. (I Reyes 12, 33)

  • Y ordenó: "Promulgad una fiesta en honor de Baal". Y, en efecto, fue anunciada. (II Reyes 10, 20)

  • Más aún, desde los alrededores inmediatos hasta las lejanas tribus de Isacar, Dan y Neftalí venían a Hebrón con asnos, camellos, mulos y bueyes con pan, harina, higos, pasas, vino, aceite, ganado mayor y menor en abudancia, pues era fiesta en Israel. (I Crónicas 12, 41)

  • Se reunieron en torno al rey Salomón todos los israelitas en la fiesta del séptimo mes. (II Crónicas 5, 3)

  • En aquella ocasión Salomón, y con él la inmensa comunidad de Israel venida desde la entrada de Jamat hasta el torrente de Egipto, celebraron la fiesta durante siete días. (II Crónicas 7, 8)

  • El octavo día celebraron asamblea solemne, pues la dedicación del altar había durado siete días, y luego otros siete días de fiesta. (II Crónicas 7, 9)

  • ajustándose a las prescripciones de Moisés respecto de los holocaustos de cada día, de los sábados, de los novilunios y de las tres solemnidades del año: fiesta de los panes sin levadura, fiesta de las semanas y fiesta de los tabernáculos. (II Crónicas 8, 13)

  • Todo el pueblo hizo fiesta, y la ciudad recobró la tranquilidad. Atalía había muerto a espada. (II Crónicas 23, 21)

  • Acudió a Jerusalén una gran multitud de gente para celebrar la fiesta de los panes sin levadura en el segundo mes. (II Crónicas 30, 13)

  • Los israelitas que se encontraban en Jerusalén celebraron la fiesta de los panes sin levadura durante siete días con gran alegría, mientras los levitas y los sacerdotes cantaban con toda fuerza las alabanzas del Señor día tras día. (II Crónicas 30, 21)

  • Ezequías tuvo palabras de elogio para todos los levitas que se habían distinguido en el servicio del Señor. Celebraron la fiesta durante siete días, inmolando las víctimas de los sacrificios de reconciliación y cantando las alabanzas del Señor, Dios de sus padres. (II Crónicas 30, 22)


“Lembre-se de que você tem no Céu não somente um pai, mas também uma Mãe”. São Padre Pio de Pietrelcina