Talált 15 Eredmények: orla

  • Una campanilla de oro y una granada, una campanilla de oro y una granada, y así sucesivamente en la orla del manto, todo alrededor. (Exodo 28, 34)

  • una campanilla y una granada, y así sucesivamente, en la orla del manto, para oficiar, como el Señor había ordenado a Moisés. (Exodo 39, 26)

  • Samuel se dio la vuelta para marcharse, y Saúl le agarró por la orla del manto, que se rompió. (I Samuel 15, 27)

  • Y los hombres de David le dijeron: "Mira, hoy es el día del que te dijo el Señor: Yo pongo a tu enemigo en tu mano; trátale como bien te parezca". David se levantó y sigilosamente cortó la orla del manto de Saúl. (I Samuel 24, 5)

  • Después le remordía la conciencia por haber cortado la orla del manto de Saúl. (I Samuel 24, 6)

  • Mira, padre mío, mira la orla de tu manto en mi mano. Puesto que he cortado la orla de tu manto y no te he matado, reconoce claramente que no hay en mí maldad ni rebeldía. Yo no he pecado contra ti; tú, por el contrario, me acechas para quitarme la vida. (I Samuel 24, 12)

  • Bajo el borde había alrededor de la pila una orla de coloquíntidas, diez por cada medio metro. Las hileras de coloquíntidas habían sido fundidas a la vez que la pila, (I Reyes 7, 24)

  • Es como un perfume fino en la cabeza, que baja por la barba, por la barba de Aarón, y llega hasta la orla de su manto. (Salmos 133, 2)

  • El año de la muerte del rey Ozías vi al Señor sentado en su trono elevado y excelso: la orla de su vestido llenaba el templo. (Isaías 6, 1)

  • Hasta en la orla de tu vestido tienes sangre de los pobres y de los inocentes; ¡a éstos no los sorprendiste en ningún delito, sino junto a los terebintos! (Jeremías 2, 34)

  • Esto dice el Señor todopoderoso: "En aquellos días diez hombres de todas las lenguas del mundo agarrarán a un judío de la orla de su vestido y le dirán: Dejadnos ir con vosotros, pues hemos oído que Dios está con vosotros". (Zacarías 8, 23)

  • Una mujer, que padecía hemorragias desde hacía doce años, se acercó por detrás y tocó la orla de su manto, (Mateo 9, 20)


“O Santo Sacrifício da Missa é o sufrágio mais eficaz, que ultrapassa todas as orações, as boas obras e as penitências. Infalivelmente produz seu efeito para vantagem das almas por sua virtude própria e imediata.” São Padre Pio de Pietrelcina