Talált 326 Eredmények: pueblos

  • Y continuó diciendo: "Se levantarán pueblos contra pueblos y reinos contra reinos; (Lucas 21, 10)

  • el que por boca de nuestro padre David, tu siervo, dijiste: ¿Por qué se amotinan las naciones y los pueblos hacen proyectos vanos? (Hechos 4, 25)

  • Y me dijo: Ponte en camino, que te voy a enviar a pueblos más lejanos". (Hechos 22, 21)

  • por quien hemos recibido el don del apostolado para conseguir en honor de su nombre que obedezcan a la fe todos los pueblos, (Romanos 1, 5)

  • Quiero que sepáis, hermanos, que muchas veces me he propuesto ir a veros (pero hasta el presente no he podido) para lograr algún fruto también entre vosotros como entre los demás pueblos. (Romanos 1, 13)

  • como dice la Escritura: Te he constituido padre de muchos pueblos. Lo es delante de Dios, en quien creyó; el Dios que da la vida a los muertos y llama a la existencia a las cosas que no existen. (Romanos 4, 17)

  • Abrahán, apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza, que llegaría a ser padre de muchos pueblos, tal y como Dios había dicho: Así será tu descendencia. (Romanos 4, 18)

  • Y de nuevo: Alabad al Señor todas las naciones y alabadle todos los pueblos. (Romanos 15, 11)

  • Él es nuestra paz; el que de ambos pueblos hizo uno, derribando el muro que los separaba, la enemistad; (Efesios 2, 14)

  • Entonces me dijeron: "Es necesario que profetices aún acerca de muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes". (Apocalipsis 10, 11)

  • Los pueblos habían montado en cólera; pero ha llegado tu ira y el momento de juzgar a los muertos; de dar la recompensa a tus siervos los profetas, a los santos y a los que veneran tu nombre, pequeños y grandes, y de exterminar a los que destruían la tierra. (Apocalipsis 11, 18)

  • Y lo siguió un segundo ángel, que gritaba: "Ha caído, ha caído Babilonia la grande, la que ha abrevado a todos los pueblos con el vino de su ardiente lujuria". (Apocalipsis 14, 8)


“Que Jesus o aperte sempre mais ao Seu divino coração. Que Ele o alivie no sofrimento e lhe dê o abraço final no Paraíso.” São Padre Pio de Pietrelcina