Talált 326 Eredmények: pueblos

  • recuerda las grandes pruebas que vieron tus ojos, los milagros y prodigios, la mano fuerte y el brazo poderoso con los que el Señor, tu Dios, te sacó. Así hará también el Señor, tu Dios, con todos los pueblos que temes. (Deuteronomio 7, 19)

  • no caigas en la trampa, no sigas sus caminos ni te preocupes de sus dioses diciendo: ¿Cómo daban culto estos pueblos a sus dioses?, pues así quiero darlo yo también. (Deuteronomio 12, 30)

  • de entre los dioses de los pueblos próximos o lejanos que os rodean de uno a otro extremo de la tierra, (Deuteronomio 13, 8)

  • Porque tú eres un pueblo consagrado al Señor, tu Dios, y el Señor te ha elegido para ser su pueblo entre todos los pueblos de la tierra. (Deuteronomio 14, 2)

  • Si el Señor, tu Dios, te bendice tal como lo ha prometido, prestarás a muchas naciones sin necesidad de tomar de ellas prestado. Dominarás a muchos pueblos, y ellos no te dominarán. (Deuteronomio 15, 6)

  • Cuando hayas entrado en la tierra que el Señor, tu Dios, te da, te hayas posesionado de ella y vivas en ella, si quieres tener un rey como lo tienen todos los pueblos de alrededor, (Deuteronomio 17, 14)

  • Cuando hayas entrado en la tierra que el Señor, tu Dios, te da, no imites las prácticas horrendas de aquellos pueblos. (Deuteronomio 18, 9)

  • y todos los pueblos de la tierra verán que el nombre del Señor está sobre ti, y te temerán. (Deuteronomio 28, 10)

  • Tus hijos y tus hijas serán entregados a pueblos extranjeros; tus ojos se consumirán mirando cada día hacia el lugar de su destierro, pero tus manos nada podrán hacer. (Deuteronomio 28, 32)

  • hasta llegar a ser el estupor, el ludibrio y la irrisión de todos los pueblos donde el Señor te lleve. (Deuteronomio 28, 37)

  • El Señor te dispersará entre todos los pueblos, de uno a otro extremo de la tierra, y allí serviréis a otros dioses de madera y de piedra desconocidos de ti y de tus padres. (Deuteronomio 28, 64)

  • él cambiará tu suerte, tendrá misericordia de ti y te reunirá de nuevo de todos los pueblos, en medio de los cuales te había arrojado. (Deuteronomio 30, 3)


“Rezai e continuai a rezar para não ficardes entorpecidos”. São Padre Pio de Pietrelcina