Talált 58 Eredmények: reinos

  • "Entonces di esta orden a Josué: Con tus ojos has visto todo lo que el Señor, vuestro Dios, ha hecho con esos dos reyes. Así hará también el Señor con todos los reinos por los que vas a pasar. (Deuteronomio 3, 21)

  • El Señor hará que seas derrotado por tus enemigos; saldrás a su encuentro por un camino, y por siete caminos huirás y serás el espanto de todos los reinos de la tierra. (Deuteronomio 28, 25)

  • Entonces Josué se volvió, tomó Jasor y pasó a filo de espada a su rey. Jasor era entonces la capital de todos estos reinos. (Josué 11, 10)

  • Y dijo a los israelitas: "Esto dice el Señor, Dios de Israel: Yo os saqué de Egipto y os libré de los egipcios y de todos los reinos que os oprimían. (I Samuel 10, 18)

  • Salomón dominaba en todos los reinos, desde el río Éufrates hasta la tierra de los filisteos y hasta los confines de Egipto; todos le pagaron tributo y estuvieron sometidos a él mientras vivió. (I Reyes 5, 1)

  • dominaba desde Tifsaj hasta Gaza, en todos los reinos del lado de acá del río Éufrates y gozaba de paz por todos los lados en su derredor. (I Reyes 5, 4)

  • oró así ante él: "¡Señor, Dios de Israel, que estás sentado sobre los querubines! Tú solo eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú has hecho los cielos y la tierra. (II Reyes 19, 15)

  • Por tanto, Dios nuestro, sálvanos de sus manos, y sepan todos los reinos de la tierra que tú solo, Señor, eres Dios". (II Reyes 19, 19)

  • con todo su reinado, sus hazañas y los sucesos referentes a él, a Israel y a todos los reinos de las tierras. (I Crónicas 29, 30)

  • El pánico del Señor cundió por todos los reinos de las tierras vecinas de Judá, y no hicieron la guerra a Josafat. (II Crónicas 17, 10)

  • oró así: "Señor, Dios de nuestros padres, tú eres el Dios de los cielos, tú gobiernas los reinos de la tierra, tú tienes en tu mano la fuerza y el poder; nadie puede resistirte. (II Crónicas 20, 6)

  • El terror del Señor se extendió por todos los reinos de las naciones cuando supieron que el Señor había derrotado a los enemigos de Israel. (II Crónicas 20, 29)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina