Talált 113 Eredmények: temor

  • El rey dispuso el resto de la caballería en los dos flancos del ejército para provocar el temor y proteger a los batallones. (I Macabeos 6, 38)

  • El pueblo entero se llenó de temor y espanto, y decía: "No hay en ellos ni verdad ni justicia, pues han quebrantado el pacto y el juramento prestado". (I Macabeos 7, 18)

  • Entonces todos los criminales tomaron esta resolución: "Jonatán y los suyos viven en paz, sin temor alguno. Hagamos venir a Báquides, y nos haremos con todos en una sola noche", (I Macabeos 9, 58)

  • quienes se llenaron de temor al saber que el rey le había facultado para formar un ejército. (I Macabeos 10, 8)

  • Así, sin ser molestados, entraron en Judea, lloraron a Jonatán y a los suyos y se llenaron de gran temor. Todo Israel hizo duelo. (I Macabeos 12, 52)

  • Le estremecía un temor y un temblor de cuerpo que dejaba adivinar a quienes le miraban el dolor de su corazón. (II Macabeos 3, 17)

  • Los judíos bendecían al Señor, que había glorificado su santuario y había llenado de gozo y alegría aquel templo, poco antes inundado de temor y de turbación, por la extraordinaria manifestación de Dios. (II Macabeos 3, 30)

  • A punto de morir por los golpes de la flagelación, les decía gimiendo: "El Señor, que todo lo sabe, ve bien que, pudiéndome librar de la muerte, estoy sufriendo en mi cuerpo los tormentos atroces de la flagelación; pero en el alma sufro gustoso todo esto por su santo temor". (II Macabeos 6, 30)

  • No se preocupaba para nada del temor de Dios, pagado y seguro como estaba con sus miríadas de soldados de infantería, sus millares de caballería y sus ochenta elefantes. (II Macabeos 11, 4)

  • Trasladado nuestro padre a los dioses, y deseando que todos nuestros súbditos puedan preocuparse de sus negocios sin temor alguno, (II Macabeos 11, 23)

  • Los gentiles, que habían huido de Judea por temor a Judas, se agregaron en grandes grupos a Nicanor, pensando que las desgracias y las desventuras de los judíos serían su propia fortuna. (II Macabeos 14, 14)

  • Judas había dejado en sitios estratégicos hombres armados, dispuestos a intervenir, por temor de alguna perfidia imprevista por parte de los enemigos; pero tuvieron una buena entrevista. (II Macabeos 14, 22)


“Deus ama quem segue o caminho da virtude.” São Padre Pio de Pietrelcina