3. Y todo el pueblo se quitó los pendientes de oro que llevaba en las orejas, y los entregó a Aarón.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina