7. que mantiene su amor por millares, que perdona la iniquidad, la rebeldía y el pecado, pero no los deja impunes; que castiga la iniquidad de los padres en los hijos y en los hijos de los hijos hasta la tercera y cuarta generación.»





“A sua casa deve ser uma escada para o Céu”. São Padre Pio de Pietrelcina