11. Pero Faraón viendo que tenía este respiro, endureció su corazón, y no les escuchó como había predicho Yahveh.





“É doce o viver e o penar para trazer benefícios aos irmãos e para tantas almas que, vertiginosamente, desejam se justificar no mal, a despeito do Bem Supremo.” São Padre Pio de Pietrelcina