Génesis, 50
20. Aunque vosotros pensasteis hacerme daño, Dios lo pensó para bien, para hacer sobrevivir, como hoy ocurre, a un pueblo numeroso.
20. Aunque vosotros pensasteis hacerme daño, Dios lo pensó para bien, para hacer sobrevivir, como hoy ocurre, a un pueblo numeroso.
Génesis 50 es el último capítulo del Libro de Génesis y se ocupa principalmente de la muerte de Jacob y la resolución final de Joseph y sus hermanos. Algunos temas importantes cubiertos incluyen luto y reconciliación. A continuación hay cinco versos relacionados con estos temas:
Eclesiastés 3:4: "Hay tiempo para llorar y tiempo para reír; tiempo para reunirse y bailar tiempo". Este versículo habla sobre la naturaleza cíclica de la vida y cómo el luto y el llanto son una parte natural de ella. Se relaciona con la historia de Génesis 50, donde los personajes enfrentan la muerte de su padre y lidian con sus emociones.
2 Corintios 1:3-4: "Bendito sea el Dios y el Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de las Mercies y el Dios de todo consuelo, que nos consuela en todas nuestras tribulaciones, de modo que con el consuelo recibimos de Dios, Podemos consolar a los que están pasando por las tribulaciones ". Este versículo habla sobre cómo Dios es un dios del consuelo y cómo puede ayudarnos a superar nuestras tribulaciones y consolar a otros que los atraviesan. Se relaciona con la historia de Génesis 50, donde José y sus hermanos se consolan por la muerte de Jacob.
Romanos 12:18: "Si es posible, cuánto depende de ti, tiende a la paz con todos los hombres". Este versículo habla sobre la importancia de la paz y la reconciliación en nuestras relaciones. Se relaciona con la historia de Génesis 50, donde José y sus hermanos finalmente se reconcilian después de años de conflicto.
Efesios 4:32: "Antes, rogándose el uno por el otro, compasivo, perdonándote mutuamente, como Dios te ha perdonado en Cristo". Este versículo habla sobre la importancia del perdón en nuestras relaciones. Se relaciona con la historia de Génesis 50, donde Joseph perdona a sus hermanos por lo que le hicieron en el pasado.
Mateo 5:4: "Bienaventurados los que lloran, porque serán consolados". Este versículo es parte de la bendición de Jesús y habla sobre cómo los que lloran serán consolados. Se relaciona con la historia de Génesis 50, donde los personajes se enfrentan a la muerte de Jacob y lidian con sus emociones de luto.
“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina