Job, 29
11. Oído que lo oía me llamaba feliz, ojo que lo veía se hacía mi testigo.
11. Oído que lo oía me llamaba feliz, ojo que lo veía se hacía mi testigo.
“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina