Salmos, 54

7. ¡El mal recaiga sobre los que me asechan, Yahveh, por tu verdad destrúyelos!

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El Salmo 54 es un salmo de súplica de ayuda contra los enemigos. El salmista pide a Dios que lo salve y protejalo de aquellos que lo persiguen y lo oprimen. Los versos seleccionados a continuación tratan con temas relacionados con este grito de ayuda y protección divina:

Salmo 27:1: "El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? ¿Es el Señor el baluarte de mi vida; ¿de quién me temeré?" Este versículo habla de confiar en Dios como protector y salvación. El salmista confía en que Dios lo protegerá y lo salvará de sus enemigos.

Salmo 34:6: "Este pobre hombre lloró, y el Señor lo escuchó; y lo entregó de todas sus tribulaciones". Este versículo muestra la confianza del salmista en Dios para ayudarlo en sus tribulaciones. El salmista cree que Dios escuchará sus oraciones y lo liberará de sus enemigos.

Salmo 37:39: "Pero la salvación de los justos proviene del Señor; él es su fortaleza en el momento de la adversidad". Este versículo refuerza la idea de que la salvación y la protección provienen de Dios. El salmista confía en que Dios lo protegerá en el momento de la adversidad.

Salmo 55:16-17: "En cuanto a mí, invocaré a Dios, y el Señor me salvará. Por la tarde, por la mañana y al mediodía, haré mis quejas y arrepentiré; y él escuchará mi voz. " Este versículo muestra la oración constante del salmista, pidiendo ayuda y protección a Dios. El salmista confía en que Dios escuchará sus oraciones y lo salvará de sus enemigos.

Salmo 56:3: "El día que temo, confiaré en ti". Este versículo habla de confianza en Dios en tiempos de miedo e incertidumbre. El salmista confía en Dios incluso cuando enfrenta persecución y oposición.