31. Tu buey será degollado ante tus propios ojos, y no lo podrás comer; te quitarán tu asno, y no te lo devolverán; tus enemigos se llevarán tus ovejas, y nadie te socorrerá.





“Agradeça sempre ao Pai eterno por sua infinita misericórdia”. São Padre Pio de Pietrelcina