28. Se levantó uno de ellos, llamado Agabo, y, movido por el Espíritu, anunció que iba a sobrevenir sobre toda la tierra una gran escasez. Fue la que vino en tiempo de Claudio.





“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina