7. Estando Abdías en camino, Elías le salió al encuentro. Lo reconoció Abdías y, cayendo con el rostro en el suelo, le dijo: «¿Eres tú Elías, mi señor?»





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina