Salmos, 44
4. No conquistó al país su propia espada, ni su brazo los hizo vencedores, sino que fueron tu diestra y tu brazo y la luz de tu rostro, porque los amabas.
4. No conquistó al país su propia espada, ni su brazo los hizo vencedores, sino que fueron tu diestra y tu brazo y la luz de tu rostro, porque los amabas.
“Se você fala das próprias virtudes para se exibir ou para vã ostentação perde todo o mérito.” São Padre Pio de Pietrelcina