Fondare 285 Risultati per: Hija

  • Cuando Jefté volvió a su casa en Mizpá, su hija le salió al encuentro; tan contenta estaba de ver a su padre, que bailaba, acompañándose de su pandereta. Era la única; fuera de ella no había hijas o hijos. (Jueces 11, 34)

  • Al verla, Jefté rasgó sus ropas y gritó: «Hija mía, me has destrozado; tú has salido para desgracia mía. Pues hice a Yavé un voto insensato y ahora no puedo volverme atrás.» (Jueces 11, 35)

  • De aquí viene la costumbre que hay en Israel de que todos los años las hijas de Israel vayan a lamentarse cuatro días por la hija de Jefté, el galaadita. (Jueces 11, 40)

  • Aquí está mi hija, que es virgen, y también la concubina de mi compañero. Si quieren, se las entregaré. Abusen con ellas y hagan con ellas lo que les parezca, pero no cometan contra este hombre semejante infamia.» (Jueces 19, 24)

  • Los hombres de Israel habían jurado en Mizpá: «Ninguno de nosotros dará su hija en matrimonio a alguno de Benjamín.» (Jueces 21, 1)

  • Noemí le respondió: «Muy bien, hija mía, quédate con sus trabajadores, pues así no tendrás que pasar malos ratos si vas a otra parte.» (Rut 2, 22)

  • Noemí dijo a su nuera: «Hija mía, ¿no es mi obligación asegurarte un porvenir tranquilo? (Rut 3, 1)

  • «¡Que Yavé te bendiga, hija mía, replicó él, pues este acto tuyo de piedad es mayor que el primero, ya que no has elegido a hombres jóvenes, ricos o pobres! (Rut 3, 10)

  • Quédate tranquila, hija, pues haré todo lo que me pidas, ya que todo el pueblo sabe que tú eres una mujer extraordinaria. (Rut 3, 11)

  • Cuando llegó a casa de su suegra, le preguntó: «¿Cómo te ha ido, hija?» (Rut 3, 16)

  • La esposa de Saúl se llamaba Ajínoam, hija de Ajimás. El jefe de su ejército se llamaba Abner, hijo de Ner, tío de Saúl; (1 Samuel 14, 50)

  • Uno de ellos comentaba: «Si alguien mata a ese hombre que así insulta a Israel, el rey lo colmará de riquezas, le dará a su hija por esposa y dará títulos a la familia de su padre.» (1 Samuel 17, 25)


“Se você fala das próprias virtudes para se exibir ou para vã ostentação perde todo o mérito.” São Padre Pio de Pietrelcina