Fondare 392 Risultati per: Judíos

  • Tomó después consigo a los judíos que había en Galilea y en Arbates, como también a sus mujeres e hijos, y todo cuanto tenían, y los llevó a Judea con gran alegría. (1 Macabeos 5, 23)

  • Al llegar el día, los judíos alzaron sus ojos y vieron un ejército innumerable preparando escalas y máquinas para atacar y tomar la fortaleza. (1 Macabeos 5, 30)

  • Pero los judíos tomaron la ciudad y quemaron el recinto sagrado con todos los que estaban dentro. Los de Carnaím fueron aplastados y ya nadie pudo resistir a Judas. (1 Macabeos 5, 44)

  • que Lisias, aunque había ido con un ejército poderoso, tuvo que huir ante los judíos, los cuales se habían fortalecido con las armas y el abundante botín tomado a los ejércitos vecinos. (1 Macabeos 6, 6)

  • Supo que los judíos habían destruido el abominable ídolo erigido por él sobre el altar de Jerusalén y habían levantado nuevamente las murallas del Templo a la misma altura que las anteriores; además habían fortificado la ciudad de Betsur. (1 Macabeos 6, 7)

  • Los judíos temblaban al oír el estruendo de tal muchedumbre, el marchar de aquella masa y el chocar de sus armas. Era en verdad un ejército extremadamente grande y poderoso. (1 Macabeos 6, 41)

  • Los judíos, sin embargo, se dieron cuenta de la fuerza tremenda del ejército del rey y de su valentía; tuvieron, pues, que retirarse. (1 Macabeos 6, 47)

  • Estas palabras agradaron al rey y a los generales, y el rey envió gente para tratar la paz con los judíos, quienes la aceptaron. (1 Macabeos 6, 60)

  • Cuando el rey y los generales se hubieron comprometido con juramento, los judíos salieron de la fortaleza. (1 Macabeos 6, 61)

  • Los judíos, al saber que venían con un poderoso ejército, no confiaron en sus discursos, (1 Macabeos 7, 11)

  • Los judíos los siguieron durante un día de camino desde Adasa hasta la entrada de Gazer, tocando detrás de ellos las trompetas; (1 Macabeos 7, 45)

  • Los combatientes judíos no recibirán trigo ni armas, ni dinero, ni barcos, según Roma ha decidido, sino que cumplirán gratuitamente sus compromisos. (1 Macabeos 8, 26)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina