Fondare 22 Risultati per: asilo

  • Ustedes les darán cuarenta y dos ciudades además de las seis ciudades de asilo, en las que se podrá refugiar el que haya ocasionado la muerte de una persona. (Números 35, 6)

  • Ustedes se reservarán seis ciudades de asilo: (Números 35, 13)

  • tres al otro lado del Jordán y tres en el país de Canaán, que pasarán a ser ciudades de asilo (Números 35, 14)

  • Salvará a este hombre de la mano del vengador de la sangre y lo hará volver a la ciudad de asilo en la que se refugió. Allí vivirá hasta la muerte del sumo sacerdote ungido con el óleo santo. (Números 35, 25)

  • Pero si el hombre ha salido de los límites de la ciudad de asilo en la que se ha refugiado, (Números 35, 26)

  • y el vengador de la sangre lo encuentra fuera del límite de su ciudad de asilo, podrá matar al homicida, sin que le pidan cuenta por esa sangre. (Números 35, 27)

  • Porque aquél debía permanecer en su ciudad de asilo hasta la muerte del sumo sacerdote. El homicida no volverá a su propiedad antes de que haya muerto el sumo sacerdote. (Números 35, 28)

  • Tampoco aceptarán rescate del que se ha refugiado en una ciudad de asilo y quiere volver a vivir en su tierra antes de que muera el sumo sacerdote. (Números 35, 32)

  • los jefes de su ciudad mandarán prenderlo allí, al lugar de asilo, y lo entregarán en manos del pariente del muerto para que le quiten la vida. (Deuteronomio 19, 12)

  • Estas ciudades servirán de asilo a todo el que mate a un hombre involuntariamente; ahí podrán refugiarse para escapar a la venganza del pariente del difunto. (Josué 20, 3)

  • Estas ciudades fueron señaladas para todos los hijos de Israel y para los forasteros que habitaban entre ellos, a fin de que sirvieran de asilo al que sin querer hubiese muerto a un hombre. Ese no sería muerto por el pariente de la víctima antes de haber sido juzgado por la comunidad. (Josué 20, 9)

  • El es la roca en que me asilo, mi escudo, mi salvación, mi fortaleza y mi refugio. Tú, mi Salvador, me salvas de la violencia. (2 Samuel 22, 3)


“Os corações fortes e generosos não se lamentam, a não ser por grandes motivos e,ainda assim,não permitem que tais motivos penetrem fundo no seu íntimo.(P.e Pio) São Padre Pio de Pietrelcina