Fondare 19 Risultati per: profundo

  • Entonces Yavé hizo caer en un profundo sueño al hombre y éste se durmió. Le sacó una de sus costillas y rellenó el hueco con carne. (Génesis 2, 21)

  • Cuando el sol estaba a punto de ponerse, Abram cayó en un profundo sueño y se apoderó de él un terror y una gran oscuridad. (Génesis 15, 12)

  • David tomó la lanza y el jarro de la cabecera de Saúl y se fueron. Nadie los vio, nadie los oyó, ni siquiera despertaron. Todos dormían poseídos de un sueño profundo que Yavé l había enviado. (1 Samuel 26, 12)

  • Bendice en todo momento al Señor Dios y pídele que tus caminos sean rectos y tus proyectos favorables, porque no todas las naciones tienen la verdadera sabiduría. Es el Señor el que da todos los bienes y, si quiere, humilla hasta lo profundo del infierno. Recuerda, hijo, todos estos mandatos y no permitas que se borren de tu corazón. (Tobías 4, 19)

  • ¿Pretendes sondear lo profundo de Dios, elevarte hasta la perfección del Omnipotente? (Job 11, 7)

  • ¡Qué buenos consejos das al ignorante, qué profundo conocimiento has demostrado! (Job 26, 3)

  • o quién descubrirá nuestros secretos?" Los sacará a la luz el que escudriña el fondo del hombre, lo profundo del ser. (Salmos 64, 7)

  • Me estoy hundiendo en un cieno profundo, y no hay dónde apoyarme. Me vi arrastrado a profundas aguas y las olas me cubren. (Salmos 69, 3)

  • Mis huesos no te estaban ocultos cuando yo era formado en el secreto, o bordado en lo profundo de la tierra. (Salmos 139, 15)

  • Báquides partió de Jerusalén y acampó en Bezeta. Desde allí, mandó a arrestar a varios notables que se habían pasado a él igual que algunos del pueblo, los hizo degollar y los arrojó a un pozo profundo. (1 Macabeos 7, 19)

  • Tenlas presentes en el espíritu, guárdalas en lo más profundo de tu corazón. (Proverbios 4, 21)

  • Ella se tragó a sus enemigos, para luego echar sus cuerpos a lo más profundo del mar. (Sabiduría 10, 19)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina