Fondare 59 Risultati per: Corona

  • Después David tomó la corona de la cabeza del dios Milcón y comprobó que pesaba un talento de oro. La corona tenía una piedra preciosa que fue colocada sobre la frente de David. Él se llevó también de la ciudad un enorme botín. (II Samuel 12, 30)

  • La abertura para los recipientes estaba dentro de un círculo en forma de corona, que sobresalía medio metro; la abertura era redonda, hecha en forma de zócalo, y medía setenta y cinco centímetros. También el borde de la abertura estaba adornado con figuras esculpidas. Sus paneles eran cuadrados, no redondos. (I Reyes 7, 31)

  • David tomó la corona de la cabeza del dios Milcóm y comprobó que pesaba un talento de oro. La corona tenía una piedra preciosa, que fue colocada sobre la frente de David. Él se llevó también de la ciudad un enorme botín. (I Crónicas 20, 2)

  • Mardoqueo salió de la presencia del rey llevando una vestidura real de púrpura violeta y lino blanco, una gran corona de oro y un manto de lino fino y escarlata. En la ciudad de Susa resonaban los gritos de alegría. (Ester 8, 15)

  • Me ha despojado de mi honor y quitó la corona de mi cabeza. (Job 19, 9)

  • yo lo llevaré sobre mis espaldas, y me lo ceñiré como una corona. (Job 31, 36)

  • Porque te anticipas a bendecirlo con el éxito y pones en su cabeza una corona de oro puro. (Salmos 21, 4)

  • Tú hablaste una vez en una visión y dijiste a tus amigos: "Impuse la corona a un valiente, exalté a un guerrero del pueblo. (Salmos 89, 20)

  • rescata tu vida del sepulcro, te corona de amor y de ternura; (Salmos 103, 4)

  • porque el Señor tiene predilección por su pueblo y corona con el triunfo a los humildes. (Salmos 149, 4)

  • Apenas murió, todos se ciñeron la corona, y sus hijos los sucedieron durante muchos años, llenando la tierra de calamidades. (I Macabeos 1, 9)

  • Sin embargo, ninguno de ellos se ciñe la corona ni se reviste de púrpura para engrandecerse. (I Macabeos 8, 14)


“O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina