Fondare 92 Risultati per: Edóm

  • El rey de Israel, el rey de Judá y el rey de Edóm se pusieron en campaña; pero después de siete días de marcha, faltó el agua para la tropa y para los animales de carga que iban detrás. (II Reyes 3, 9)

  • Y Josafat afirmó: "La palabra del Señor está con él". El rey de Israel, el rey de Judá y el rey de Edóm bajaron hacia donde estaba Eliseo, (II Reyes 3, 12)

  • En efecto, a la mañana siguiente, a la hora de la ofrenda, vino una correntada por el lado de Edóm y se inundó de agua toda la región. (II Reyes 3, 20)

  • El rey de Moab, al ver que la guerra estaba perdida para él, reunió a setecientos hombres armados de espada, para abrirse una brecha hacia el rey de Edóm; pero fracasó. (II Reyes 3, 26)

  • En ese tiempo, Edóm se rebeló contra el poder de Judá y se estableció un rey. (II Reyes 8, 20)

  • Así se independizó Edóm del poder de Judá, hasta el día de hoy. En aquel tiempo, también se rebeló Libná. (II Reyes 8, 22)

  • Porque has derrotado a Edóm, tu corazón se ha engreído. ¡Disfruta de tu gloria, pero quédate en tu casa! ¿Para qué comprometerte en una guerra desastrosa y sucumbir, tú y Judá contigo?". (II Reyes 14, 10)

  • Los reyes que reinaron en Edóm antes que los israelitas tuvieran un rey son los siguientes: Bela, hijo de Beor, reinó en Edóm, y el nombre de su ciudad era Dinhabá. (I Crónicas 1, 43)

  • Murió Hadad, y hubo caudillos en Edóm: el caudillo Timná, el caudillo Aliá, el caudillo Ietet, (I Crónicas 1, 51)

  • el caudillo Magdiel, el caudillo Irám. Estos fueron los caudillos de Edóm. (I Crónicas 1, 54)

  • y David consagró también esos objetos, como lo había hecho con la plata y el oro que había traído de todas las naciones: de Edóm, de Moab, de los amonitas, de los filisteos y de Amalec. (I Crónicas 18, 11)

  • Luego puso gobernadores en Edóm y todos los edomitas pasaron a ser vasallos de David. El Señor daba la victoria a David en todas sus campañas. (I Crónicas 18, 13)


“A meditação não é um meio para chegar a Deus, mas um fim. A finalidade da meditação é o amor a Deus e ao próximo.” São Padre Pio de Pietrelcina