Fondare 45 Risultati per: Hablando

  • Todavía estaba hablando con ellos, cuando llegó Raquel, que era pastora, con el rebaño de su padre. (Génesis 29, 9)

  • Mientras Aarón les estaba hablando, ellos volvieron su mirada hacia el desierto, y la gloria del Señor se apareció en la nube. (Exodo 16, 10)

  • El pueblo acudió a Moisés y le dijo: "Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti. Intercede delante del Señor, para que aleje de nosotros esas serpientes". Moisés intercedió por el pueblo, (Números 21, 7)

  • Entonces Gedeón respondió: "Señor, si he alcanzado tu favor, dame una señal de que eres realmente tú el que está hablando conmigo. (Jueces 6, 17)

  • No tomes a tu servidora por una mujer cualquiera; si he estado hablando hasta ahora, ha sido por el exceso de mi congoja y mi dolor". (I Samuel 1, 16)

  • Mientras estaba hablando con ellos, subió del frente filisteo el luchador llamado Goliat, el filisteo de Gat. Pronunció las mismas palabras, y David lo escuchó. (I Samuel 17, 23)

  • Y cuando todavía estés allí, hablando con el rey, yo entraré detrás de ti y confirmaré tus palabras". (I Reyes 1, 14)

  • Todavía estaba hablando con el rey, cuando llegó el profeta Natán. (I Reyes 1, 22)

  • Todavía estaba hablando, cuando llegó Jonatán, el hijo del sacerdote Ebiatar. Adonías dijo: "Ven, tú eres un hombre de bien y seguro que traes buenas noticias". (I Reyes 1, 42)

  • Todavía les estaba hablando, cuando llegó el rey y le dijo: "Todo este mal nos viene del Señor. ¿Qué puedo esperar todavía del Señor?". (II Reyes 6, 33)

  • El rey estaba hablando con Guejazí, el servidor del hombre de Dios: "Cuéntame, le decía, las maravillas que ha hecho Eliseo". (II Reyes 8, 4)

  • Mientras el profeta le estaba hablando, Amasías le replicó: "¿Quién te ha nombrado consejero del rey? ¡No insistas! ¿O quieres que te maten?". El profeta desistió, no sin antes decir: "Yo sé que Dios ha decidido destruirte, por haber hecho esto y no haber escuchado mi consejo". (II Crónicas 25, 16)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina