Fondare 56 Risultati per: Lágrimas

  • José salió precipitadamente porque se conmovió a la vista de su hermano y no podía contener las lágrimas. Entró en una habitación y lloró. (Génesis 43, 30)

  • Entonces José se echó sobre el rostro de su padre, lo cubrió de lágrimas y lo besó. (Génesis 50, 1)

  • El pueblo se dirigió a Betel, y allí estuvieron sentados delante del Señor hasta la tarde, sollozando y derramando abundantes lágrimas. (Jueces 21, 2)

  • Apenas terminó de hablar, entraron los hijos del rey y se pusieron a llorar a gritos. También el rey y todos sus servidores derramaron abundantes lágrimas. (II Samuel 13, 36)

  • "Vuelve y dile a Ezequías, el jefe de mi pueblo: Así habla el Señor, el Dios de tu padre David: He oído tu súplica, he visto tus lágrimas. Yo te voy a curar: dentro de tres días subirás a la Casa del Señor. (II Reyes 20, 5)

  • Mientras Esdras, bañado en llanto y postrado delante de la Casa de Dios, oraba y hacía esta confesión, una gran cantidad de israelitas -hombres, mujeres y niños- se congregaron a su alrededor, derramando abundantes lágrimas. (Esdras 10, 1)

  • Ella fue a preparar la habitación, como se lo había dicho su esposo, llevó allí a Sara y se puso a llorar. Luego enjugó sus lágrimas y le dijo: "¡Ánimo, hija mía! ¡Que el Señor del cielo cambie tu pena en alegría!". Y salió. (Tobías 7, 16)

  • En cada provincia, a medida que iba llegando la orden del rey y su decreto, había un gran duelo entre los judíos, con ayunos, lágrimas y lamentaciones. Y el sayal y la ceniza sirvieron de lecho para muchos. (Ester 4, 3)

  • Mis amigos se burlan de mí, mientras mis ojos derraman lágrimas ante Dios. (Job 16, 20)

  • Si mi tierra gritó venganza contra mí y también sus surcos derramaron lágrimas; (Job 31, 38)

  • Estoy agotado de tanto gemir: cada noche empapo mi lecho con llanto, inundo de lágrimas mi cama. (Salmos 6, 7)

  • porque su enojo dura un instante, y su bondad, toda la vida: si por la noche se derraman lágrimas, por la mañana renace la alegría. (Salmos 30, 6)


“Se você não entrega seu coração a Deus, o que lhe entrega?” “Você deve seguir outra estrada. Tire de seu coração todas as paixões deste mundo, humilhe-se na poeira e reze! Dessa forma, certamente você encontrará Deus, que lhe dará paz e serenidade nesta vida e a eterna beatitude na próxima.” São Padre Pio de Pietrelcina