Fondare 275 Risultati per: Salomón

  • Estos son los nombres de los hijos que tuvo en Jerusalén: Samúa, Sobab, Natán, Salomón, (II Samuel 5, 14)

  • David consoló a Betsabé, su mujer, y se unió a ella. Ella concibió y dio a luz un hijo, al que llamó Salomón. El Señor lo amó, (II Samuel 12, 24)

  • pero no invitó al profeta Natán, a Benaías, al cuerpo de los valientes de David, ni a su hermano Salomón. (I Reyes 1, 10)

  • Entonces Natán dijo a Betsabé, la madre de Salomón: "¿No te has enterado de que Adonías, el hijo de Jaguit, se ha proclamado rey sin que nuestro señor David lo sepa? (I Reyes 1, 11)

  • Ahora bien, te voy a dar un consejo para que salves tu vida y la de tu hijo Salomón. (I Reyes 1, 12)

  • Ve a presentarte ante el rey y dile: Rey, mi señor, tú mismo has hecho este juramento a tu servidora: ‘Salomón, tu hijo, reinará después de mí y se sentará en mi trono’. ¿Por qué entonces Adonías se ha proclamado rey? (I Reyes 1, 13)

  • Ella le dijo: "Mi señor, tú mismo has hecho a tu servidora este juramento, por el Señor, tu Dios: ‘Tu hijo Salomón reinará después de mí y se sentará en mi trono’. (I Reyes 1, 17)

  • Él ha sacrificado una gran cantidad de bueyes, de terneros cebados y de corderos, y ha invitado a todos los hijos del rey, al sacerdote Ebiatar, y a Joab, el jefe del ejército. Pero no ha invitado a tu hijo Salomón. (I Reyes 1, 19)

  • De lo contrario, cuando mi señor el rey se vaya a descansar con sus padres, yo y mi hijo Salomón correremos la suerte de los culpables". (I Reyes 1, 21)

  • Pero a mí, que soy tu servidor, al sacerdote Sadoc, a Benaías, hijo de Iehoiadá, y a tu servidor Salomón, no nos ha invitado. (I Reyes 1, 26)

  • hoy mismo daré cumplimiento a lo que te he jurado por el Señor, el Dios de Israel, cuando dije: Tu hijo Salomón reinará después de mí y se sentará en mi trono en lugar mío!". (I Reyes 1, 30)

  • y él les ordenó: "Tomen con ustedes a los servidores de su señor, monten a mi hijo Salomón en mi propia mula y háganlo bajar a Guijón. (I Reyes 1, 33)


“Para mim, Deus está sempre fixo na minha mente e estampado no meu coração.” São Padre Pio de Pietrelcina