Fondare 22 Risultati per: cama

  • Si dos hombres pelean y uno hiere al otro con una piedra o con una azada, pero este último no muere sino que debe guardar cama, (Exodo 21, 18)

  • Luego, Mical tomó el ídolo familiar y lo colocó sobre la cama; puso en la cabecera un cuero de cabra y lo cubrió con una manta. (I Samuel 19, 13)

  • Saúl los mandó de nuevo a ver a David, con esta orden: "¡Tráiganmelo con cama y todo, para que yo lo mate!". (I Samuel 19, 15)

  • Pero cuando los emisarios entraron, no encontraron en la cama más que el ídolo, con el cuero de cabra en la cabecera. (I Samuel 19, 16)

  • Vamos a construirle una pequeña habitación en la terraza; le pondremos allí una cama, una mesa, una silla y una lámpara, y así, cuando él venga, tendrá donde alojarse". (II Reyes 4, 10)

  • Entonces ella subió, lo acostó en la cama del hombre de Dios, cerró la puerta y salió. (II Reyes 4, 21)

  • Luego subió a la cama, se acostó sobre el niño y puso su boca, sus ojos y sus manos sobre la boca, los ojos y las manos del niño; permaneció recostado sobre él y la carne del niño entró en calor. (II Reyes 4, 34)

  • Luego subió a su carro y partió para Izreel, porque allí guardaba cama Jorám, y Ocozías, rey de Judá, había bajado a visitarlo. (II Reyes 9, 16)

  • Mientras tanto, los padres habían salido de la habitación y cerraron la puerta. Tobías se levantó de la cama y dijo a Sara: "Levántate, hermana, y oremos para pedir al Señor que nos manifieste su misericordia y su salvación". (Tobías 8, 4)

  • mientras vigilaba a los que ataban las gavillas en el campo, tuvo una insolación que lo postró en cama, y murió en Betulia, su ciudad. Allí fue sepultado con sus padres, en el campo que está situado entre Dotaim y Belamón. (Judit 8, 3)

  • Cuando pienso: "Mi lecho me consolará, mi cama compartirá mis quejidos", (Job 7, 13)

  • Estoy agotado de tanto gemir: cada noche empapo mi lecho con llanto, inundo de lágrimas mi cama. (Salmos 6, 7)


“Enquanto tiver medo de ser infiel a Deus, você não será’. Deve-se ter medo quando o medo acaba!” São Padre Pio de Pietrelcina