Fondare 11 Risultati per: combaten

  • Ten piedad de mí, Señor, porque me asedian, todo el día me combaten y me oprimen: (Salmos 56, 2)

  • mis enemigos me asedian sin cesar, son muchos los que combaten contra mí. (Salmos 56, 3)

  • me han envuelto con palabras de odio, me combaten sin motivo. (Salmos 109, 3)

  • Así habla el Señor, el Dios de Israel: Yo haré retroceder las armas de guerra que ustedes empuñan, con las que combaten al rey de Babilonia y a los caldeos que los asedian desde fuera de los muros, y las amontonaré en medio de esta ciudad. (Jeremías 21, 4)

  • Sedecías será llevado a Babilonia, y allí permanecerá hasta que yo me ocupe de él -oráculo del Señor-. Si ustedes combaten contra los caldeos, no conseguirán nada". (Jeremías 32, 5)

  • Ahora, los terraplenes llegan hasta la ciudad para expugnarla, y la ciudad va a ser entregada, por la espada, el hambre y la peste, en manos de los caldeos que combaten contra ella. Así se ha cumplido lo que tú habías dicho, y tú lo estás viendo. (Jeremías 32, 24)

  • Los caldeos que combaten contra esta ciudad entrarán en ella, le prenderán fuego y la quemarán, con las casas sobre cuyos techos se quemaba incienso a Baal y se derramaban libaciones a otros dioses, a fin de agraviarme. (Jeremías 32, 29)

  • Aun cuando derrotaran a todo el ejército de los caldeos que combaten contra ustedes, y no les quedaran más que algunos heridos, estos se levantarían cada uno en su carpa y prenderían fuego a esta ciudad. (Jeremías 37, 10)

  • ¿De dónde provienen las luchas y las querellas que hay entre ustedes? ¿No es precisamente de las pasiones que combaten en sus mismos miembros? (Santiago 4, 1)

  • Ustedes ambicionan, y si no consiguen lo que desean, matan; envidian, y al no alcanzar lo que pretenden, combaten y se hacen la guerra. Ustedes no tienen, porque no piden. (Santiago 4, 2)

  • Queridos míos, yo los exhorto, como a gente de paso y extranjeros: no cedan a los deseos carnales que combaten contra el alma. (I Pedro 2, 11)


“Se quisermos colher é necessário não só semear, mas espalhar as sementes num bom campo. Quando as sementes se tornarem plantas, devemos cuidá-las para que as novas plantas não sejam sufocadas pelas ervas daninhas.” São Padre Pio de Pietrelcina