Fondare 12 Risultati per: purificada

  • El sacerdote lo presentará delante del Señor y practicará el rito de expiación en favor de ella. Así quedará purificada de su pérdida de sangre. Este es el ritual concerniente a la mujer que da a luz un niño o una niña. (Levítico 12, 7)

  • Y si no dispone de recursos suficientes para adquirir un cordero, tomará dos torcazas o dos pichones, uno para el holocausto y otro para el sacrificio por el pecado. El sacerdote realizará el rito de expiación en favor de ella, y así quedará purificada. (Levítico 12, 8)

  • mandará traer, para la persona que va a ser purificada, dos pájaros vivos puros, un trozo de madera de cedro, una cinta de púrpura escarlata y un ramillete de hisopo. (Levítico 14, 4)

  • y ofrecerá sobre el altar el holocausto y la oblación. Y cuando el sacerdote haya realizado el rito de expiación en favor de esa persona, esta quedará purificada. (Levítico 14, 20)

  • uno como sacrificio por el pecado, y el otro como holocausto; este último irá acompañado de la oblación. De esta manera, el sacerdote practicará el rito de expiación delante del Señor, en favor de la persona que debe ser purificada. (Levítico 14, 31)

  • dejará en libertad al pájaro vivo, fuera de la ciudad, en pleno campo. Así realizará el rito de expiación por la casa, y esta quedará purificada. (Levítico 14, 53)

  • Y cuando regresaba, ya purificada, permanecía en la carpa hasta que le traían su alimento, hacia el atardecer. (Judit 12, 9)

  • Las promesas del Señor son sinceras como plata purificada en el crisol, depurada siete veces. (Salmos 12, 7)

  • Por eso ahora, Señor santo, lleno de toda santidad, preserva para siempre de toda profanación esta Casa recién purificada". (II Macabeos 14, 36)

  • Al nacer, el día en que te dieron a luz, tu cordón umbilical no fue cortado, no fuiste lavada con agua para ser purificada ni frotada con sal, ni envuelta en pañales. (Ezequiel 16, 4)

  • Hijo de hombre, dile a Jerusalén: Tú eres una tierra que no ha sido purificada, sobre la que no ha llovido en el día de la ira. (Ezequiel 22, 24)

  • Yo he querido purificarte de tu infame lascivia, pero tú no te has dejado purificar: por eso, no quedarás purificada hasta que no haya apaciguado mi furor contra ti. (Ezequiel 24, 13)


“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina