Fondare 11 Risultati per: rodearon

  • Estaban pasando un momento agradable, cuando los hombres de la ciudad, gente pervertida, rodearon la casa y comenzaron a golpear la puerta, diciendo al anciano dueño de casa: "Trae afuera al hombre que entró en tu casa para que tengamos relaciones con él". (Jueces 19, 22)

  • y los vecinos de Guibeá se levantaron contra mí: durante la noche, rodearon la casa, intentaron matarme y abusaron de mi concubina hasta hacerla morir. (Jueces 20, 5)

  • Luego diez jóvenes, los escuderos de Joab, rodearon a Absalón y lo acabaron de matar. (II Samuel 18, 15)

  • Cuando los comandantes de los carros vieron a Josafat, dijeron: "¡Es el rey de Israel!", y lo rodearon para atacarlo. Josafat lanzó un grito y el Señor lo socorrió: Dios los alejó de él. (II Crónicas 18, 31)

  • Todos los paganos me rodearon, pero yo los derroté en el nombre del Señor; (Salmos 118, 10)

  • me rodearon por todas partes, pero yo los derroté en el nombre del Señor; (Salmos 118, 11)

  • me rodearon como avispas, ardían como fuego en las espinas, pero yo los derroté en el nombre del Señor. (Salmos 118, 12)

  • Pero Jonatán se dio cuenta de que estaban emboscados detrás de él. Los enemigos rodearon a su ejército, arrojándole flechas durante todo el día. (I Macabeos 10, 80)

  • Los judíos lo rodearon y le preguntaron: «¿Hasta cuándo nos tendrás en suspenso? Si eres el Mesías, dilo abiertamente». (Juan 10, 24)

  • Pedro salió en seguida con ellos. Apenas llegó, lo llevaron a la habitación de arriba. Todas las viudas lo rodearon y, llorando, le mostraban las túnicas y los abrigos que les había hecho Tabitá cuando vivía con ellas. (Hechos 9, 39)

  • En cuanto llegó, los judíos venidos de Jerusalén lo rodearon, y presentaron contra él numerosas y graves acusaciones que no podían probar. (Hechos 25, 7)


“Se você não entrega seu coração a Deus, o que lhe entrega?” “Você deve seguir outra estrada. Tire de seu coração todas as paixões deste mundo, humilhe-se na poeira e reze! Dessa forma, certamente você encontrará Deus, que lhe dará paz e serenidade nesta vida e a eterna beatitude na próxima.” São Padre Pio de Pietrelcina