Fondare 26 Risultati per: Joppe

  • y hacia el mar Yeraqón con el territorio de enfrente de Joppe. (Josué 19, 46)

  • y por nuestra parte cortaremos del Líbano toda la madera que necesites y te la llevaremos en balsas, por mar, hasta Joppe, y luego tú mandarás que la suban a Jerusalén.» (II Crónicas 2, 15)

  • Se dio entonces dinero a los canteros y a los carpinteros; a los sidonios y a los tirios se les mandó víveres, bebidas y aceite, para que enviasen por mar a Joppe madera de cedro del Líbano, según la autorización de Ciro, rey de Persia. (Esdras 3, 7)

  • Acampó frente a Joppe. Los de la ciudad le cerraron las puertas, porque había en Joppe una guarnición de Apolonio. La atacaron (I Macabeos 10, 75)

  • y la gente de la ciudad, atemorizada, les abrió las puertas, y Jonatán se hizo dueño de Joppe. (I Macabeos 10, 76)

  • Jonatán fue al encuentro del rey a Joppe con fasto; se saludaron y pasaron allí aquella noche. (I Macabeos 11, 6)

  • Simón por su parte hizo una expedición hasta Ascalón y las plazas vecinas. Se volvió luego hacia Joppe y la tomó, (I Macabeos 12, 33)

  • Envió a Jonatán, hijo de Absalón, a Joppe con un importante destacamento, el cual expulsó a los que en la ciudad estaban y se estableció en ella. (I Macabeos 13, 11)

  • Además de toda su gloria, tomó a Joppe como puerto y se abrió paso a las islas del mar. (I Macabeos 14, 5)

  • Fortificó Joppe, situada junto al mar, y Gázara, en los límites de Azoto, donde habitaban anteriormente los enemigos, y estableció en ella una población judía a la que proveyó de todo lo necesario para su sustento. (I Macabeos 14, 34)

  • Envió donde él a Atenobio, uno de sus amigos, a entrevistarse con él y decirle: «Vosotros ocupáis Joppe, Gázara y la Ciudadela de Jerusalén, ciudades de mi reino. (I Macabeos 15, 28)

  • En cuanto a Joppe y Gázara que nos reclamas, esas ciudades causaban graves daños al pueblo y asolaban nuestro país. Por ellas daremos cien talentos.» No respondió palabra Atenobio, (I Macabeos 15, 35)


“No juízo final daremos contas a Deus até de uma palavra inútil que tenhamos dito.” São Padre Pio de Pietrelcina