Fondare 21 Risultati per: Olvidado

  • En cuanto te separes hoy de mí, encontrarás dos hombres junto a la tumba de Raquel, sobre la frontera de Benjamín... y ellos te dirán: "Las asnas que has ido a buscar ya han aparecido. Ahora tu padre ha olvidado el asunto de las asnas y está preocupado por vosotros, diciendo: ¿Qué debo hacer por mi hijo?" (I Samuel 10, 2)

  • Respondió el ángel: «¿Has olvidado las recomendaciones de tu padre, que te mandó tomar mujer de la casa de tu padre? Escúchame bien, hermano: no tengas miedo a ese demonio y tómala; sé bien que esta noche te la darán por mujer. (Tobías 6, 16)

  • Que no queda olvidado el pobre eternamente, no se pierde por siempre la esperanza de los desdichados. (Salmos 9, 19)

  • dice en su corazón: «Dios se ha olvidado, tiene tapado el rostro, no ha de ver jamás.» (Salmos 10, 11)

  • Nos llegó todo esto sin haberte olvidado, sin haber traicionado tu alianza. (Salmos 44, 18)

  • Si hubiésemos olvidado el nombre de nuestro Dios o alzado nuestras manos hacia un dios extranjero, (Salmos 44, 21)

  • ¿Se habrá olvidado Dios de ser clemente, o habrá cerrado de ira sus entrañas? (Salmos 77, 10)

  • que ha dejado al amigo de su juventud y ha olvidado la alianza de su Dios; (Proverbios 2, 17)

  • Pero dice Sión: «Yahveh me ha abandonado, el Señor me ha olvidado.» (Isaías 49, 14)

  • tal que, quien desee ser bendecido en la tierra, deseará serlo en el Dios del Amén, y quien jurare en la tierra, jurará en el Dios del Amén; cuando se hayan olvidado las angustias primeras, y cuando estén ocultas a mis ojos. (Isaías 65, 16)

  • ¿Se olvida la doncella de su aderezo, la novia de su cinta? Pues mi pueblo sí que me ha olvidado días sin número. (Jeremías 2, 32)

  • Pues bien, mi pueblo me ha olvidado. A la Nada inciensan. Han tropezado en sus caminos, aquellos senderos de siempre, para irse por trochas, por camino no trillado. (Jeremías 18, 15)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina