Fondare 2020 Risultati per: Tierra

  • La tierra estaba corrompida en la presencia de Dios: la tierra se llenó de violencias. (Génesis 6, 11)

  • Dios miró a la tierra, y he aquí que estaba viciada, porque toda carne tenía una conducta viciosa sobre la tierra. (Génesis 6, 12)

  • Dijo, pues, Dios a Noé: «He decidido acabar con toda carne, porque la tierra está llena de violencias por culpa de ellos. Por eso, he aquí que voy a esterminarlos de la tierra. (Génesis 6, 13)

  • «Por mi parte, voy a traer el diluvio, las aguas sobre la tierra, para exterminar toda carne que tiene hálito de vida bajo el cielo: todo cuanto existe en la tierra perecerá. (Génesis 6, 17)

  • (Asimismo de las aves del cielo, siete parejas, machos y hembras) para que sobreviva la casta sobre la haz de toda la tierra. (Génesis 7, 3)

  • Porque dentro de siete días haré llover sobre la tierra durante cuarenta días y cuarenta noches, y exterminaré de sobre la haz del suelo todos los seres que hice.» (Génesis 7, 4)

  • Noé contaba seiscientos años cuando acaeció el diluvio, las aguas, sobre la tierra. (Génesis 7, 6)

  • A la semana, las aguas del diluvio vinieron sobre la tierra. (Génesis 7, 10)

  • y estuvo descargando la lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches. (Génesis 7, 12)

  • y con ellos los animales de cada especie, los ganados de cada especie, las sierpes de cada especie que reptan sobre la tierra, y las aves de cada especie: toda clase de pájaros y seres alados; (Génesis 7, 14)

  • El diluvio duró cuarenta días sobre la tierra. Crecieron las aguas y levantaron el arca que se alzó de encima de la tierra. (Génesis 7, 17)

  • Subió el nivel de las aguas y crecieron mucho sobre la tierra, mientras el arca flotaba sobre la superficie de las aguas. (Génesis 7, 18)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina