Fondare 65 Risultati per: dueño

  • Que te dé la bendición de Abraham a ti y a tu descendencia, para que te hagas dueño de la tierra donde has vivido y que Dios ha dado a Abraham.» (Génesis 28, 4)

  • O sea, que no fuisteis vosotros los que me enviasteis acá, sino Dios, y él me ha convertido en padre de Faraón, en dueño de toda su casa y amo de todo Egipto. (Génesis 45, 8)

  • Subid de prisa a donde mi padre, y decidle: "Así, dice tu hijo José: Dios me ha hecho dueño de todo Egipto; baja a mí sin demora. (Génesis 45, 9)

  • Si un buey acornea a un hombre o a una mujer, y le causa la muerte, el buey será apedreado, y no se comerá su carne, pero el dueño del buey quedará exculpado. (Exodo 21, 28)

  • Mas si el buey acorneaba ya desde tiempo atrás, y su dueño, aun advertido, no le vigiló, y ese buey mata a un hombre o a una mujer, el buey será apedreado, y también su dueño morirá. (Exodo 21, 29)

  • Si el buey acornea a un siervo o a una sierva, se pagarán treinta siclos de plata al dueño de ellos, y el buey será apedreado. (Exodo 21, 32)

  • el propietario del pozo pagará al dueño de ellos el precio en dinero, y el animal muerto será suyo. (Exodo 21, 34)

  • Pero si era notorio que el buey acorneaba desde tiempo atrás, y su dueño no le vigiló, pargará buey por buey y el buey muerto será suyo. (Exodo 21, 36)

  • Pero si no es hallado, el dueño de la casa se presentará ante Dios para declarar que no ha puesto su mano sobre los bienes de su prójimo. (Exodo 22, 7)

  • mediará entre los dos el juramento de Yahveh para atestiguar que el depositario no ha puesto su mano sobre la hacienda de su prójimo; el dueño tomará lo que quede y el otro no tendrá que restituir. (Exodo 22, 10)

  • Pero si el animal le ha sido robado estando él cerca, restituirá a su dueño. (Exodo 22, 11)

  • Si un hombre pide a otro que le preste un ganado y éste sufre un daño o muere, en ausencia de su dueño, tendrá que restituir. (Exodo 22, 13)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina