Fondare 1479 Risultati per: hombre

  • Agripa dijo a Festo: «Podía ser puesto en libertad este hombre si no hubiera apelado al César.» (Hechos 26, 32)

  • Los nativos, cuando vieron el animal colgado de su mano, se dijeron unos a otros: «Este hombre es seguramente un asesino; ha escapado del mar, pero la justicia divina no le deja vivir.» (Hechos 28, 4)

  • y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por una representación en forma de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos, de reptiles. (Romanos 1, 23)

  • igualmente los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, se abrasaron en deseos los unos por los otros, cometiendo la infamia de hombre con hombre, recibiendo en sí mismos el pago merecido de su extravío. (Romanos 1, 27)

  • ¡De ningún modo! Dios tiene que ser veraz y todo hombre mentiroso, como dice la Escritura: Para que seas justificado en tus palabras y triunfes al ser juzgado. (Romanos 3, 4)

  • Porque pensamos que el hombre es justificado por la fe, sin las obras de la ley. (Romanos 3, 28)

  • Como también David proclama bienaventurado al hombre a quien Dios imputa la justicia independientemente de las obras: (Romanos 4, 6)

  • Dichoso el hombre a quien el Señor no imputa culpa alguna. (Romanos 4, 8)

  • en verdad, apenas habrá quien muera por un justo; por un hombre de bien tal vez se atrevería uno a morir -; (Romanos 5, 7)

  • Por tanto, como por un solo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte y así la muerte alcanzó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron; (Romanos 5, 12)

  • Pero con el don no sucede como con el delito. Si por el delito de uno solo murieron todos ¡cuánto más la gracia de Dios y el don otorgado por la gracia de un solo hombre Jesucristo, se han desbordado sobre todos! (Romanos 5, 15)

  • En efecto, si por el delito de uno solo reinó la muerte por un solo hombre ¡con cuánta más razón los que reciben en abundancia la gracia y el don de la justicia, reinarán en la vida por un solo, por Jesucristo! (Romanos 5, 17)


“É preciso amar, amar e nada mais”. São Padre Pio de Pietrelcina