Fondare 130 Risultati per: pez

  • Empezó, pues, Salomón a edificar la Casa de Yahveh en Jerusalén, en el monte Moria, donde Dios se había manifestado a su padre David, en el lugar donde David había hecho los preparativos, en la era de Ornán el jebuseo. (II Crónicas 3, 1)

  • Entonces empezó a ofrecer Salomón holocaustos a Yahveh sobre el altar de Yahveh, que había erigido delante del Ulam; (II Crónicas 8, 12)

  • 32 años tenía Joram cuando empezó a reinar, y reinó ocho años en Jerusalén. (II Crónicas 21, 5)

  • Tenía 32 años cuando empezó a reinar, y reinó en Jerusalén ocho años. Se fué sin que nadie le llorara; y le sepultaron en la ciudad de David, pero no en los sepulcros de los reyes. (II Crónicas 21, 20)

  • Tenía Ocozías cuarenta y dos años cuando empezó a reinar, y reinó un año en Jerusalén. Su madre se llamaba Atalía, hija de Omrí. (II Crónicas 22, 2)

  • Siete años tenía Joás cuando empezó a reinar, y reinó cuarenta años en Jerusalén. Su madre se llamaba Sibía de Berseba. (II Crónicas 24, 1)

  • Dieciséis años tenía Ozías cuando empezó a reinar, y reinó 52 años en Jerusalén. Su madre se llamaba Yekoliá, de Jerusalén. (II Crónicas 26, 3)

  • Tenía Ajaz veinte años cuando empezó a reinar, y reinó dieciséis años en Jerusalén. No hizo lo recto a los ojos de Yahveh, como David su padre. (II Crónicas 28, 1)

  • Amón tenía veintidós años cuando empezó a reinar, y reinó dos años en Jerusalén. (II Crónicas 33, 21)

  • El año octavo de su reinado, siendo todavía joven, comenzó a buscar al Dios de su padre David; y en el año doce empezó a purificar a Judá y Jerusalén de los altos, de los cipos, de las estatuas y de los ídolos fundidos. (II Crónicas 34, 3)

  • Joaquín tenía ocho años cuando empezó a reinar, y reinó tres meses y diez días en Jerusalén; hizo el mal a los ojos de Yahveh. (II Crónicas 36, 9)

  • Los profetas Ageo y Zacarías, hijo de Iddó, empezaron a profetizar a los judíos de Judá y de Jerusalén, en nombre del Dios de Israel que velaba sobre ellos. (Esdras 5, 1)


“O santo silêncio nos permite ouvir mais claramente a voz de Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina